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Consiste en un índice de comunicaciones y resoluciones emitidas por la Jefatura. Se organiza por temas (por ejemplo, armamentos, asignaciones, elecciones, vestuarios, etc). Por el momento sólo se ha identificado un libro dentro de esta serie.

Transcripción de informes enviados a la Jefatura. Por el momento se identificó un solo libro dentro de esta serie.

Consiste en la transcripción de notas enviadas por la Jefatura a distintas entidades. Por lo general cada libro agrupa las notas enviadas a un organismo o a un mismo tipo de entidad (Comisarías, Gobierno Nacional, etc).

En este libro se encuadernaban notas originales referidas a la clasificación de los delincuentes para decidir si se los iba a retratar e incluir en la en la galería de delincuentes.
El trámite podía iniciarse con la intervención de las Comisarías o la Comisión Clasificadora, que elevaban una nota a la Jefatura informando sobre los antecedentes de un delincuente. Luego de la intervención de la Jefatura, la Comisión Clasificadora actuaba emitiendo un dictamen.
Por el momento sólo se ha identificado un libro dentro de esta serie.

Este libro estaba a cargo del Comisario de órdenes o del oficial de guardia, que debían registrar todas las órdenes referidas al traslado o a la puesta en libertad de detenidos y presos. Debía constar el nombre del detenido, la causa por la cual había sido apresado, el folio del libro de entradas y asiento de presos en el que estaba registrado, cuál era el destino a donde se lo llevaban o si era puesto en libertad. Por el momento sólo se ha identificado un libro dentro de esta serie.

Las fechas extremas de la serie órdenes son 1886-1947. Su alcance geográfico se encuentra determinado por la propia jurisdicción territorial de la Capital primero y luego de la Policía Federal.
Las órdenes, producidas por la Comisaría de Órdenes, dan cuenta de las capturas, secuestros y averiguaciones sobre objetos y personas que tenían lugar diariamente en las distintas comisarías de la institución.
Además, las órdenes eran el espacio formal para comunicar distintos mensajes internos de la fuerza policial, como disposiciones de la jefatura, situaciones de movilidad interna del personal (ingresos, ascensos y jubilaciones) y eventos sociales, pero también comunicaciones externas, como las libertades dispuestas por el poder judicial.