Ernesto Enrique Rodolfo Bösenberg
- AR-AGN-ISAAR-RBO01_01
- Persoon
- 1848/12/21-1913/10/14
El alemán Ernesto Enrique Rodolfo Bösenberg, más conocido como Rodolfo Bösenberg, nació el 21 de diciembre de 1848 en Wettmar (Hannover), ciudad cuyo observatorio fijaba la hora oficial alemana. Era de profesión maestro relojero. Emigró al Río de la Plata y contrajo matrimonio con Johanna Kost, con la que tuvo siete hijos, de los cuales seis llegaron a la adultez: cuatro mujeres y dos varones. De religión protestante, según se desprende de los datos consignados en el censo de 1895, se dedicaba a los instrumentos de medición, a la óptica y a la astronomía. Sabía usar el telescopio, la brújula, el sextante, interpretar los mapas, hacer las correcciones por la desviación del norte magnético y el geográfico y manejaba los secretos del arte de reparar y regular cronómetros marinos.
En 1857, Bartolomé Mitre promovió la firma de un decreto por el cual todos los relojes públicos y de las oficinas del Estado debían ajustarse a la hora tomada en el observatorio astronómico ubicado en las torres de la Iglesia de la Merced que años atrás habían montado Adolfo Jaeggli e Isidoro Diavet. Así, el 12 de marzo de 1859 y a partir del meridiano de la ciudad, se fijó por primera vez la hora oficial, que también se transmitía a los buques a través de señales visuales. No obstante, el observatorio pronto quedó abandonado, y la viuda de Jaeggli y su hijo, menor de edad, decidieron confiar estas instalaciones y la relojería a Rodolfo Bösenberg quien contribuyó en el mantenimiento del observatorio hasta 1885, fecha en la que fue desmantelado porque esta función recayó en la Marina.
En la década de 1880 consiguió la autorización oficial para llevar adelante sus actividades a través del Departamento de Obras Públicas y más tarde, en 1884, fue convocado por Benjamín Victorica, en su condición de Ministro de Guerra durante la primera presidencia de Roca, para ocupar el cargo de mecánico del Departamento de Marina. Finalmente, fue designado cronometrista en la misma fuerza.
Después de veintiséis años de servicios se jubiló y retomó su antiguo trabajo, el comercio de relojería y el taller de joyería y grabados, especializándose en cronómetros y relojes de pared y de sobremesa.
En 1912 abrió un local en la calle de la Piedad número 614. Además, fue socio fundador de la Sociedad Cosmopolita de Relojeros, Joyeros y Plateros, colaboró como socio del Centro y del Asilo Naval, fue miembro de la Congregación Evangélica de Buenos Aires y vocal en su Comisión Directiva y se destacó como hermano de la Logia Teutonia.
Murió en Buenos Aires el 14 de octubre de 1913.